Cómo preparar tu bicicleta para el verano

El verano es una época estupenda para montar en bicicleta. Tiempo estable, sol, días más largos y también mucho calor. No sólo deberás prepararte con mayor cantidad de líquido, ropa más ligera, protector solar, gafas… Sino que tu bicicleta también tendrá que estar lista para soportar los cambios de esta época del año.

La bicicleta también sufre con las altas temperaturas, el polvo, el sol…Las partes móviles necesitan ser lubricadas con mucha frecuencia, en general mucho más que en otoño o invierno para garantizar un correcto funcionamiento.

Otros componentes como las cubiertas, ruedas o frenos también cambian su comportamiento con el calor, por lo que no viene mal hacer un chequeo y mantenimiento preventivo de estas partes para evitar que funcionen mal o que directamente se estropeen.

Hoy te contamos qué partes visar y otros trucos prácticos para tener tu bicicleta a punto para el verano.

Lava y engrasa la bicicleta

Si la bicicleta ha estado parada en los meses previos al verano y no la has cogido será conveniente hacerle un lavado profundo.
Una vez limpia, engrasa correctamente todas las partes de la bici. En especial, los siguientes componentes de la transmisión.

  • Cadenas

La cadena es uno de los elementos que más sufren y se desgastan con las altas temperaturas o el polvo. Te recomendamos limpiarla con desengrasante y lubricarla tras cada salida.

  • Cambio

Limpia y desengrasa bien las roldanas de la pata del desviador trasero, ya que son partes móviles que tienden a acumular mucha suciedad, restos de grasa, etc. Asimismo puedes echar un par de gotas de lubricante (mejor en aceite) en el muelle del desviador para darle mayor protección, evitar la fricción, etc.

  • Pedales

Otra fuente de ruidos, crujidos, fricciones no deseadas y desgaste tienen lugar en los pedales. Engrasa bien la rosca tanto del propio pedal como de la biela con grasa de montaje para eliminar los ruidos. Una vez instalados apriétalos ligeramente, ya que el apriete total vendrá dado por el propio pedaleo.

Estado de las cubiertas y la presión de las ruedas

Dependiendo de si hacemos carretera o de montaña, vamos a rodar por asfalto y caminos secos y polvorientos, por lo que hay que comprobar que las cubiertas estén en buen estado y y la presión de inflado de las ruedas sea la adecuada para el terreno.

Revisa los frenos

En verano los frenos tienden a recalentarse y, por lo tanto, perder eficacia. Ese recalentamiento también acelera el desgaste. Antes de iniciar el verano conviene comprobar que tanto zapatas -si usas frenos de llanta- como discos y pastillas de freno están en buen estado y cuentan con la superficie de frenado idónea. Recuerda que la pastilla debe tener como mínimo 1 mm de grosor en su pista de frenado. De lo contrario habrá que reemplazarla.

Añade luces

El verano es también tiempo de salir en bici tarde, incluso de noche. Muchos ciclistas aprovechan el respiro que da la noche en cuanto a temperaturas para entrenar y para programar salidas divertidas. Si eres de ellos, deberás hacerte con una luz delantera y otra trasera. Además de por tu seguridad, deberás encender ambas luces para cumplir con las normas de tráfico.

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