La transmisión es una de las partes de la bicicleta que con más frecuencia hay que revisar, debido a la fricción y desgaste continuo de todos sus componentes. Además, una avería de algunos de ellos conlleva un gran gasto, ya que no son piezas nada económicas y el mal estado de una acaba afectando a las otras.
Es recomendable realizar una revisión de forma periódica, y lo bueno de la revisión de la transmisión es que la puedes hacer desde casa de forma sencilla.
Revisar la transmisión desde casa
La cadena
Es el componente de la transmisión que más hay que cuidar y revisar. Se debe comprobar su estado después de cada salida, especialmente si practicas ciclismo de montaña.
Además de su limpieza y lubricación, deberás comprobar el alargamiento de la cadena. Con el uso de los eslabones de la cadena se desgastan y ésta se alarga, aumentando la fricción y el desgaste.
Platos, coronas y roldanas
También se debe revisar el estado de platos, piñones y roldanas. Revisa que los dientes no estén sucios ni acumulen polvo o restos de grasa. De no ser así, convendría limpiarlos a fondo con agua y jabón o aplicando producto desengrasante.
Es conveniente revisarlos, como mínimo, cada quince días o un mes.
Desviadores
Se trata de uno de los puntos a lo que hay que prestar más atención. De ellos depende el cambio correcto de un piñón a otro, o de un plato a otro.
Primero debes comprobar el desviador trasero. Verifica que la roldana superior de la patilla del cambio esté alineada con la corona más pequeña y también con la más grande, para evitar salidas de cadena.
Al mismo tiempo, revisa que la pata del cambio no esté doblada. Si lo está, será necesario desmontar el desviador trasero y enderezarla. En este caso mejor pedir ayuda a un mecánico, que tendrá las herramientas necesarias para ello. En Arcas tenemos servicio de taller y estaremos encantados de ayudarte con ello.
Bielas
Uno de los problemas más frecuentes de un mal funcionamiento de la transmisión, razón de ruidos molestos o de crujidos durante el pedaleo, es la holgura de las bielas. Para comprobar que estén correctamente apretadas puedes tirar de ellas hacia ti en perpendicular al sentido de la marcha.
Pedalier
En cuanto al pedalier, es recomendable hacer una limpieza interna y lubricación como mínimo una vez al año. En caso de practicar ciclismo de montaña o tras el invierno, agentes externos como el agua, el barro o el polvo pueden introducirse dentro del eje y dañarlo, haciendo necesaria una limpieza extra.
Pulsadores y cableado
Uno de los últimos pasos de la revisión es comprobar el estado de los mandos y cables de cambio. Para los primeros, comprueba que las palancas se mueven correctamente sobre su eje y no tengan holguras. También que con cada movimiento de ésta haga clic y se cambie la corona y el plato.
Por otro lado, comprobar el estado de los cables y fundas del cambio es muy importante. Realiza un chequeo cada dos o tres meses de uso, o bien después de la temporada invernal o de verano.
Pedales
No debes olvidar revisar los pedales después de cada salida, tanto la lubricación de sus muelles como su apriete a la biela.
Comprueba que están bien apretados, ya que de lo contrario puede originar ruidos molestos fruto de la holgura. Te recomendamos quitar los pedales, engrasar la rosca de la biela y la de los pedales con grasa de montaje y volver a instalarlos cada dos meses si has salido en bici frecuentemente.